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¿Cómo se deben valorar las existencias accidentadas de las empresas y comercios?

En muchas ocasiones se producen accidentes de incendio, daños por agua, robo u otras causas en empresas o comercios, y mucha gente no sabe cómo se realiza la tasación económica de las existencias. Es común que algunos peritos tampoco las valoren de manera correcta, así como mediadores o suscriptores, los cuales tienen dudas a la hora de valorarlas para incluirlas en las pólizas de seguros. Para ello exponemos a grandes rasgos cómo se valoran las existencias, aunque cada caso deberá estudiarse de manera muy particular.

Existen dos tipos de empresas, las que producen o transforman bienes y las que venden servicios. Por lo general las empresas de servicios carecen de existencias a no ser que se trate de empresas logísticas, transformación de mercancías de terceros, etcétera; o ciertas empresas como podrían ser hospitales o comercios que, aunque estén clasificadas como empresas de servicios, también poseen existencias como serían el caso de vendas o medicamentos en los hospitales, o ropa en el caso de una tienda de moda.

¿Qué son las existencias?

Las mercancías son una cosa mueble que se hace objeto de trato o venta. Son mercancías los zapatos de una zapatería, los coches y demás componentes en una fábrica de automóviles, los tomates en una explotación agrícola, las reses en una explotación ganadera, etcétera.

Es obvio que hay empresas que no tienen existencias aunque sean productoras, como sería el caso de una central eléctrica que produce electricidad pero no dispone de ningún tipo de existencia. La electricidad es un “producto” que se consume instantáneamente a la vez que se produce. De momento no se “acumula” ni se guarda en almacenes, aunque existen las baterías cuya finalidad es esa.

¿Cómo se garantizan las existencias?

En las empresas que trabajan con existencias de terceros (que no son suyas), éstas deben figurar en las pólizas de seguros como existencias de terceros o “protegidas” por la garantía de responsabilidad civil sobre las existencias de terceros confiadas.

Respecto a las existencias propias de las empresas, éstas se garantizan como existencias o mercancías propias en el contrato de seguro.

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Variables que influyen en el valor de la existencia

Las empresas realizan anualmente una valoración contable de las existencias por su precio de adquisición, para bienes adquiridos a título oneroso, o a coste de producción, para bienes fabricados. Y en los balances de situación de las empresas las existencias propias figuran como aprovisionamientos. ¿Pero el valor que figura en los aprovisionamientos, que en bastantes ocasiones es el mismo que sus precios medios de compra ponderados, sistema FIFO,…, es el que debe pagar el seguro en caso de accidente? Pues depende de algunas variables donde enunciaremos algunas de ellas:

  • Precio de adquisición de la existencia.
  • Tipo de divisa al que se adquirió y fluctuación del tipo de cambio.
  • Valor de mercado de la materia prima.
  • Utilidad actual de la existencia.
  • Deterioros, obsolescencias o caducidades, aunque no sea perecedera.
  • Imputación de costes de producción, operativos, amortizaciones u otros gastos.

Es obvio que el seguro no puede suponer un enriquecimiento injusto por parte del asegurado, pero éste debe pagar lo que realmente vale el bien dañado. Por tanto el perito deberá tener en cuenta, a la hora de realizar la tasación de la existencia, todos esos factores para que el afectado obtenga la justa indemnización, y para ello pondremos un ejemplo.

Imaginemos una fábrica de papel donde han quedado afectadas una serie de existencias, por ejemplo cajas de folios para escribir. A grandes rasgos el papel se fabrica a base de pasta de celulosa, hidróxido de calcio, carbonato cálcico y otros compuestos químicos. La pasta de papel, el carbonato cálcico y otras substancias fluctúan de precio a lo largo del año y por tanto esa existencia valdrán más o menos dependiendo del precio de mercado de la materia prima. Además, la fábrica de papel precisa de grandes cantidades de energía donde su precio también varía a lo largo del año. Por otro lado, la empresa puede haber comprado pasta de papel u otros compuestos en dólares americanos cuando su divisa de venta son euros, y resulta que dependiendo del tipo de cambio dólar-euro esas existencias bajan o suben de valor.

Por otro lado la fábrica de papel debe imputar a esas propias mercancías, que son objeto de su actividad, los costes de fabricación más la parte correspondiente de gastos operativos además de la parte proporcional de amortizaciones, gastos financieros, etcétera, que corresponden a la empresa. Y asimismo no es idéntico que queden siniestradas existencias que forman parte de la materia prima, que de los productos en curso o las mercaderías ya acabadas.

Pero además ¿cómo valoraríamos las existencias consideradas como mermas? Porque está claro que una papelera tiene mermas, y esas mermas tienen un valor muy diferente al otro tipo de existencias ya que podrán ser utilizadas, o no, como materia prima para más papel o, dependiendo del tipo de papel que fabrique esa empresa, vendidas a “saldistas” para su reutilización para material reciclado en otras papeleras.

¿Y si resulta que lo fabricado es papel verjurado que ya no se vende por estar “pasado de moda” y ahora se vende el estucado? ¿Qué valor le damos a ese stock?

Pero es que hay papel que da un mayor margen a la empresa (margen = Precio de venta – Coste de mercancía vendida) que otro tipo, y hay otras ventas que no tienen margen y sólo sirven para mantener estructura o no perder mucho dinero. No todos los productos tienen el mismo margen.

Por tanto podemos afirmar que, dependiendo del tipo de existencias, éstas tienen un valor u otro y por tanto en ocasiones no es tan fácil determinar su tasación.

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Formas de valoración

Y las aseguradoras, que definen de manera muy sencilla lo que es el valor real, el valor de nuevo o el valor de reposición, cuando se trata de valorar existencias no es tan sencillo y dependen de estos factores y alguno más de los que hemos indicado.

Para las empresas de servicios

Indicar que en los casos de empresas de servicios que tienen existencias, como sería un hospital o una empresa de logística, podemos estar bastante tranquilos a la hora de valorar sus existencias por su precio de adquisición, como sería el caso de vendas, pañales, medicamentos, jeringuillas, etcétera, ya que seguro que no nos equivocaremos.

Conclusiones finales

Dependiendo del tipo de empresa que se trate y del tipo de existencia a tasar, la forma de valoración de las mercaderías será distinta.

Cuando se trata de mercaderías, es una atrocidad aplicar conceptos de valor real, el valor de nuevo o el valor de reposición tan comunes a la hora de valorar ajuar, mobiliario o algunas partes de la obra de la propia actividad mercantil o industrial.

Tener claro que si por ejemplo tasamos las mercaderías accidentadas de una fábrica de bicicletas donde se dedican a comprar componentes como pedales, llantas, manillares, etcétera y las montan; esas bicicletas en forma de existencias deben valorarse incluyendo el trabajo de la mano de obra para montarlas más el resto de gastos operativos, además de las partes proporcionales de amortizaciones y resto de costes indirectos, resultando a fin de cuentas el coste de venta de la bicicleta descontando, de promedio, el porcentaje de beneficio bruto de la empresa.

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